Después de unas merecidas vacaciones veraniegas, un nuevo curso comienza y con las pilas cargadas os proponemos algunas pautas para empezar de una manera un poco diferente.
No podemos esperar que a los alumnos les motive y apasione lo que para nosotros es fascinante. El mundo de la energía nos puede parecer muy interesante, pero también es abstracto e impalpable. Seguro que estáis cansados de oír que debemos cambiar la manera de explicar tecnología. Pero por muy innovadores que seamos, la actitud de los alumnos es fundamental. Todos hemos sido alumnos, y con una u otra asignatura hemos tenido nuestros prejuicios y hemos ido a clase con hastío.
Es fundamental comenzar el curso centrándonos en el grupo y no tanto en la materia. Debemos conseguir que el clima de la clase sea diferente, la relación alumno-profesor y de los alumnos entre si debe ser abierta y creativa.
Después de unas merecidas vacaciones veraniegas, un nuevo curso comienza y con las pilas cargadas os proponemos algunas pautas para empezar de una manera un poco diferente.
No podemos esperar que a los alumnos les motive y apasione lo que para nosotros es fascinante. El mundo de la energía nos puede parecer muy interesante, pero también es abstracto e impalpable. Seguro que estáis cansados de oír que debemos cambiar la manera de explicar tecnología. Pero por muy innovadores que seamos, la actitud de los alumnos es fundamental. Todos hemos sido alumnos, y con una u otra asignatura hemos tenido nuestros prejuicios y hemos ido a clase con hastío.
Es fundamental comenzar el curso centrándonos en el grupo y no tanto en la materia. Debemos conseguir que el clima de la clase sea diferente, la relación alumno-profesor y de los alumnos entre si debe ser abierta y creativa.
El primer día de clase es muy importante para esto. ¿Qué tal si generamos expectativas positivas?
Ya sabéis, lo típico el primer día es dedicar unos minutos a las presentaciones, tanto de nosotros mismos como de la asignatura y de las normas de evaluación durante el curso… Pero también debería tenerse en cuenta, aunque a veces se nos olvida, que los verdaderos protagonistas del curso es el alumnado.
Expón retos y dudas
¿Qué saben del nosotros? ¿Y de la asignatura? ¿La han escogido o es obligatoria? ¿Les gusta o disgusta? ¿Les da miedo?
A veces, es bueno dejar que las preguntas invadan la clase. ¿Por qué no comenzar una clase anotando todas las dudas que se tienen? El reto: solucionarlas durante el curso. Y si las dudas surgen de la inquietud de los alumnos, ellos serán copartícipes de encontrar las respuestas. Nada mejor que darles peso a sus ideas e inquietudes para motivarlos y desde un primer momento se sientan responsables de su educación.

“Two female laboratory workers test synthetic rubber in the Polymer Rubber Corporation plant.”, de Pearl Sammett (Flickr)
Aprovechemos nuestros recursos
Probablemente dispongamos de un aula-taller o laboratorio, ¿y si la utilizamos el primer día? Seguro que si tenemos preparados algunos experimentos o talleres nos ganamos más de una sonrisa.
La electroestática, por ejemplo, se puede trabajar en cualquier lugar y de manera muy sencilla y divertida. Empezar con la práctica en lugar de la teoría descolará al grupo de una manera positiva. Además, ya les mostraremos nuestra voluntad de hacer las cosas de una forma diferente, dinámica y sobre todo interesante para la clase.
Empleemos la curiosidad del alumnado
Otra forma de conocer la actitud con la que llega la clase es realizar un pequeño cuestionario, donde los alumnos y alumnas nos planteen sus dudas, inquietudes, criticas sobre el temario o sobre la metodología de años anteriores de clases pasadas. Y, porqué no, conocer sus propuestas para estudiar si podemos ajustarnos a sus intereses. Así, el curso será más enriquecedor.
Incluso podemos comenzar enseñando nuestros dotes TIC y utilizar una herramienta para que la lluvia de ideas sea online y colaborativa. Con aplicaciones como realtimeboard, por ejemplo, es realmente sencillo implementar esta propuesta.
Así, no hay que olvidar la cantidad de recursos y herramientas TIC, de las que en este blog solemos tratar e intentamos promover. El uso de las TIC ya no es discutible, están presentes o deben estarlo en el aula, pero el interés lo tenemos que generar en clase.
Que ideas más interesantes…,
Ya me gustaría a mí haber empezado así algunas de las asignaturas en mi época estudiantil.