La llamada “nueva revolución tecnológica” ha dejado en nuestras aulas nuevas herramientas de trabajo como tabletas, aplicaciones móviles, pizarras digitales…. Al mismo tiempo y como contrapunto, han salido conceptos más sociales como “trabajo en proyectos“, “inteligencia emocional“, “acompañar más que corregir“… metodologías que han irrumpido en esta “reforma educativa” que tiene como punta de lanza las TIC. Métodos educativos, todos ellos, novedosos y que sirven para ayudar al profesor a realizar la tarea hercúlea de educar a las futuras generaciones.
Novedosas, seguro?
Pues lo de “novedosas” no vendría a ser muy exacto. No me gustaría aguar la fiesta a nadie pero estos conceptos más relacionados con la educación emocional y el concepto de acompañar más que de dirigir, son ideas que ya existían el siglo pasado e incluso antes. Personas como Emmi Pikler (1902-1984), han intentado poner en práctica sus ideas para demostrar que usando sus métodos, la educación puede ser más y mejor.
Con este pequeño escrito queremos hacer un pequeño homenaje a personas que, como Emmi Pikler, intentaron mostrar al mundo educativo la valía de sus ideas. Haremos un pequeño repaso a sus ideas principales y las intentaremos contextualizar a nuestro tiempo.
Acompañar antes que enseñar
Esta era una de sus principales banderas. El profesor/a está para acompañar a su alumnos. Todo lo que un niño/a pueda aprender por si mismo/a será un aprendizaje mucho más eficiente que si le decimos lo que tiene que hacer, cómo y cuándo. La educación está muy ligada a la emoción y no hay nada mejor para despertar la emoción que el descubrir y más concretamente el descubrir por uno mismo/a.
Leyendo estas líneas puede parecer que se deja la educación a cargo del alumno y que la responsabilidad es totalmente suya. nada más alejado de la realidad. El acompañamiento al alumno/a es totalmente necesario para evitar frustraciones y malas decisiones a lo largo de las experiencias vividas. ¿Quién mejor que un educador para que te acompañe?
Jugar es descubrir el mundo
El juego es la herramienta principal que tienen los niños/as para descubrir su entorno. Los chicos y chicas pueden estar jugando horas, días, meses… y en todas esas horas hay descubrimiento. Cuando se descubren cosas se aprenden conceptos y las vivencias dan experiencias que después usarán para aprender.
El tiempo que los niños/as dedican al juego es muy especial y más cuando lo hacen de forma libre. Hacen sus normas y descubren por si mismos y junto a sus amigos/as o solos/as como funciona el entorno en el que viven. Aprenden como funcionan las relaciones entre semejantes y se muestran como son. Por esa razón “la hora del patio” es tan importante en la educación de los niños y niñas.
La maravilla del movimiento libre
Pikler habla continuamente del papel del educador en el aprendizaje del niño/a. Por una parte habla sobre la libertad que debemos dar a los chicos y chicas para aprender y podría interpretarse como una “dejadez” por parte del educador pero nada más lejos de la realidad. El educador debe estar listo para las reacciones de los niños y preparar los contextos y espacios para que puedan disfrutar y descubrir por si mismos. De esta manera el educador ejercerá su función más importante que es la de acompañar.
Tal y como ya habíamos comentado anteriormente el alumno/a necesita una figura en la que apoyarse cuando necesite ayuda y ahí estará el educador para acompañarle en la toma de decisiones que no es lo mismo que decidir por ellos.
La educación está en pleno cambio, las tecnologías han irrumpido en las aulas y la respuesta a estas nuevas tecnologías ha sido rebuscar en el baúl de los recuerdos, metodologías educativas de siglos pasados. Curioso, no?
La llamada “nueva revolución tecnológica” ha dejado en nuestras aulas nuevas herramientas de trabajo como tabletas, aplicaciones móviles, pizarras digitales…. Al mismo tiempo y como contrapunto, han salido conceptos más sociales como “trabajo en proyectos“, “inteligencia emocional“, “acompañar más que corregir“… metodologías que han irrumpido en esta “reforma educativa” que tiene como punta de lanza las TIC. Métodos educativos, todos ellos, novedosos y que sirven para ayudar al profesor a realizar la tarea hercúlea de educar a las futuras generaciones.
Novedosas, seguro?
Pues lo de “novedosas” no vendría a ser muy exacto. No me gustaría aguar la fiesta a nadie pero estos conceptos más relacionados con la educación emocional y el concepto de acompañar más que de dirigir, son ideas que ya existían el siglo pasado e incluso antes. Personas como Emmi Pikler (1902-1984), han intentado poner en práctica sus ideas para demostrar que usando sus métodos, la educación puede ser más y mejor.
Con este pequeño escrito queremos hacer un pequeño homenaje a personas que, como Emmi Pikler, intentaron mostrar al mundo educativo la valía de sus ideas. Haremos un pequeño repaso a sus ideas principales y las intentaremos contextualizar a nuestro tiempo.
Acompañar antes que enseñar
Esta era una de sus principales banderas. El profesor/a está para acompañar a su alumnos. Todo lo que un niño/a pueda aprender por si mismo/a será un aprendizaje mucho más eficiente que si le decimos lo que tiene que hacer, cómo y cuándo. La educación está muy ligada a la emoción y no hay nada mejor para despertar la emoción que el descubrir y más concretamente el descubrir por uno mismo/a.
Leyendo estas líneas puede parecer que se deja la educación a cargo del alumno y que la responsabilidad es totalmente suya. nada más alejado de la realidad. El acompañamiento al alumno/a es totalmente necesario para evitar frustraciones y malas decisiones a lo largo de las experiencias vividas. ¿Quién mejor que un educador para que te acompañe?
Jugar es descubrir el mundo
El juego es la herramienta principal que tienen los niños/as para descubrir su entorno. Los chicos y chicas pueden estar jugando horas, días, meses… y en todas esas horas hay descubrimiento. Cuando se descubren cosas se aprenden conceptos y las vivencias dan experiencias que después usarán para aprender.
El tiempo que los niños/as dedican al juego es muy especial y más cuando lo hacen de forma libre. Hacen sus normas y descubren por si mismos y junto a sus amigos/as o solos/as como funciona el entorno en el que viven. Aprenden como funcionan las relaciones entre semejantes y se muestran como son. Por esa razón “la hora del patio” es tan importante en la educación de los niños y niñas.
La maravilla del movimiento libre
Pikler habla continuamente del papel del educador en el aprendizaje del niño/a. Por una parte habla sobre la libertad que debemos dar a los chicos y chicas para aprender y podría interpretarse como una “dejadez” por parte del educador pero nada más lejos de la realidad. El educador debe estar listo para las reacciones de los niños y preparar los contextos y espacios para que puedan disfrutar y descubrir por si mismos. De esta manera el educador ejercerá su función más importante que es la de acompañar.
Tal y como ya habíamos comentado anteriormente el alumno/a necesita una figura en la que apoyarse cuando necesite ayuda y ahí estará el educador para acompañarle en la toma de decisiones que no es lo mismo que decidir por ellos.
La educación está en pleno cambio, las tecnologías han irrumpido en las aulas y la respuesta a estas nuevas tecnologías ha sido rebuscar en el baúl de los recuerdos, metodologías educativas de siglos pasados. Curioso, no?
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