En el experimento que os proponemos hoy vamos a descomponer la luz. ¿Qué? ¿Brutal, no?
Vamos a construir un espectroscopio. Sí, lo sabemos, la palabra es larga y difícil pero el experimento os aseguramos que no. Un espectroscopio, es un dispositivo capaz de descomponer la luz blanca en los diferentes espectros que la componen y que se diferencian por ser de distintos colores, vamos, que vamos a crear un arco iris (en pequeño tamaño).
Este fenómeno fue descubierto por Isaac Newton en 1667, utilizando un prisma, por el cual hizo pasar un rayo de luz blanca y obtuvo su descomposición. Pero, nosotros vamos a realizar el experimento utilizando una red de difracción, para obtener un mismo resultado.
¿Qué materiales necesitamos?
- Cartulina
- Un CD
- Tijeras
- Papel de aluminio
- Rollo de papel higiénico
- Cinta aislante
- Cola blanca
- Plantilla para hacer la caja
- Pegamento de barra
¿Qué sucede dentro del espectroscopio?
Cuando hacemos pasar un rayo de luz blanca, a través de la rendija de nuestro espectroscopio, la luz llega al CD. Los CDs tienen una superficie reflectante, y en su interior están formados por una especie de red enrollada en forma de caracol que permite que se codifiquen los datos en su interior. Esta red llamada de difracción, permite que en el momento de ser atravesado por la luz, se convierta en un foco emisor de ondas electromagnéticas.
Como sabemos, la luz se comporta como una onda electromagnética formada por las diferentes longitudes de onda de los 7 colores del arco iris. Estos colores los podremos ver en el interior de nuestro espectroscopio. Sí, sí, en serio.
El tamaño de la rendija que hemos hecho en la caja, influye en cómo veremos el efecto de descomposición de la luz. Cuanto menor diámetro tenga la obertura de la caja mejor veremos la disposición de los colores en el interior. Si hacemos una rendija muy ancha, aunque podemos seguir viendo su efecto, veremos un fondo con rayas muy pequeñas y no podremos disfrutar del espectáculo de la descomposición de la luz.
Os proponemos que probéis con diferentes fuentes luminosas y comparéis los resultados:
CFL (lámparas compactas fluorescentes) color blanco frío y blanco cálido, tubo fluorescente, bombilla incandescente, llama de vela….
Nota: Nunca mirar al Sol directamente.
En el experimento que os proponemos hoy vamos a descomponer la luz. ¿Qué? ¿Brutal, no?
Vamos a construir un espectroscopio. Sí, lo sabemos, la palabra es larga y difícil pero el experimento os aseguramos que no. Un espectroscopio, es un dispositivo capaz de descomponer la luz blanca en los diferentes espectros que la componen y que se diferencian por ser de distintos colores, vamos, que vamos a crear un arco iris (en pequeño tamaño).
Este fenómeno fue descubierto por Isaac Newton en 1667, utilizando un prisma, por el cual hizo pasar un rayo de luz blanca y obtuvo su descomposición. Pero, nosotros vamos a realizar el experimento utilizando una red de difracción, para obtener un mismo resultado.
¿Qué materiales necesitamos?
- Cartulina
- Un CD
- Tijeras
- Papel de aluminio
- Rollo de papel higiénico
- Cinta aislante
- Cola blanca
- Plantilla para hacer la caja
- Pegamento de barra
¿Qué sucede dentro del espectroscopio?
Cuando hacemos pasar un rayo de luz blanca, a través de la rendija de nuestro espectroscopio, la luz llega al CD. Los CDs tienen una superficie reflectante, y en su interior están formados por una especie de red enrollada en forma de caracol que permite que se codifiquen los datos en su interior. Esta red llamada de difracción, permite que en el momento de ser atravesado por la luz, se convierta en un foco emisor de ondas electromagnéticas.
Como sabemos, la luz se comporta como una onda electromagnética formada por las diferentes longitudes de onda de los 7 colores del arco iris. Estos colores los podremos ver en el interior de nuestro espectroscopio. Sí, sí, en serio.
El tamaño de la rendija que hemos hecho en la caja, influye en cómo veremos el efecto de descomposición de la luz. Cuanto menor diámetro tenga la obertura de la caja mejor veremos la disposición de los colores en el interior. Si hacemos una rendija muy ancha, aunque podemos seguir viendo su efecto, veremos un fondo con rayas muy pequeñas y no podremos disfrutar del espectáculo de la descomposición de la luz.
Os proponemos que probéis con diferentes fuentes luminosas y comparéis los resultados:
CFL (lámparas compactas fluorescentes) color blanco frío y blanco cálido, tubo fluorescente, bombilla incandescente, llama de vela….
Nota: Nunca mirar al Sol directamente.
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