La alternativa: movilidad eléctrica

La manera de movernos en nuestras grandes ciudades está cambiando, cada vez es más sostenible, hay más consciencia medioambiental y para ello se han multiplicado la movilidad eléctrica. No estamos hablando únicamente de coches, sino de motos, bicicletas, patinetes, todos eléctricos. Una nueva tecnología al alcance de todos que nos reporta beneficios inmediatos, como es la disminución de la contaminación.

La movilidad eléctrica o sostenible no es una utopía es una realidad que aumenta de forma imparable y que será adoptada por muchas ciudades con el fin de ayudarnos a combatir el cambio climático y cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Como individuos cambiar nuestra forma de desplazarnos es más fácil de lo que parece, lo primero que nos viene a la cabeza es andar, usar la bicicleta, coger el transporte público. Fácil ¿verdad?

Pero para aquellos que necesitan un vehículo, ¿por qué cambiar a uno eléctrico?

Descartar un vehículo con motor de combustión por uno eléctrico puede llegar a ser una decisión difícil, sobre todo por lo desconocido. Es un producto relativamente nuevo y hay poca información al alcance de la mano, poco más que los anuncios de la tele, que nos impactan y ejercen una gran influencia en nuestras decisiones. ¿Estarán en lo cierto?

Cada vehículo eléctrico suma. Suma para romper la barrera mental e incentivar la compra de este tipo de vehículos e instalar infraestructura de recarga para que la movilidad urbana sostenible sea una realidad. Por tanto, no solo depende de la venta, la sociedad y las instalaciones que lo acompañan son fundamentales para conseguirlo. Primero en las grandes ciudades y después en el resto de poblaciones para cubrir todo el terreno donde los motores de combustión no tengan cabida.

Aún estamos lejos, falta mucho camino por recorrer. Tener un vehículo eléctrico hoy, es una alternativa real y viable para recorridos de corta y media distancia, ya que la autonomía es cada vez mayor. Además de ser económicamente más rentable.

Las variables a tener en cuenta, son sin ninguna duda el consumo y el cambio climático. Los motores eléctricos son mucho más eficientes que los motores de combustión y no emiten gases de invernadero, factor clave en la lucha a favor de la sostenibilidad.

La apuesta por invertir en un vehículo urbano eléctrico no es una obligación, es ayudar a impulsar el cambio de mentalidad de todos nosotros, a transformar nuestras actuaciones y participar como ciudadanos activos implicados en la transformación energética y hacer de este mundo un lugar más sostenible.

En Endesa apostamos por la movilidad sostenible como herramienta clave para avanzar hacia un modelo energético sin emisiones y luchar contra el cambio climático. Tres de los puntos claves son:

  1. Aumentar la disponibilidad de puntos de recarga que permita la democratización del acceso a un punto de recarga según las necesidades de cada conductor.
  2. Impulsar la movilidad sostenible dentro de la propia compañía.
  3. Acercar la movilidad sostenible a la población a través de proyectos que normalicen el uso del transporte eléctrico como parte de la transición a un modelo sin emisiones. 

Para ello, explicamos una y otra vez, que somos parte de los cambios que suceden a nuestro alrededor. ¿Te sumas y nos ayudas?

La manera de movernos en nuestras grandes ciudades está cambiando, cada vez es más sostenible, hay más consciencia medioambiental y para ello se han multiplicado la movilidad eléctrica. No estamos hablando únicamente de coches, sino de motos, bicicletas, patinetes, todos eléctricos. Una nueva tecnología al alcance de todos que nos reporta beneficios inmediatos, como es la disminución de la contaminación.

La movilidad eléctrica o sostenible no es una utopía es una realidad que aumenta de forma imparable y que será adoptada por muchas ciudades con el fin de ayudarnos a combatir el cambio climático y cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Como individuos cambiar nuestra forma de desplazarnos es más fácil de lo que parece, lo primero que nos viene a la cabeza es andar, usar la bicicleta, coger el transporte público. Fácil ¿verdad?

Pero para aquellos que necesitan un vehículo, ¿por qué cambiar a uno eléctrico?

Descartar un vehículo con motor de combustión por uno eléctrico puede llegar a ser una decisión difícil, sobre todo por lo desconocido. Es un producto relativamente nuevo y hay poca información al alcance de la mano, poco más que los anuncios de la tele, que nos impactan y ejercen una gran influencia en nuestras decisiones. ¿Estarán en lo cierto?

Cada vehículo eléctrico suma. Suma para romper la barrera mental e incentivar la compra de este tipo de vehículos e instalar infraestructura de recarga para que la movilidad urbana sostenible sea una realidad. Por tanto, no solo depende de la venta, la sociedad y las instalaciones que lo acompañan son fundamentales para conseguirlo. Primero en las grandes ciudades y después en el resto de poblaciones para cubrir todo el terreno donde los motores de combustión no tengan cabida.

Aún estamos lejos, falta mucho camino por recorrer. Tener un vehículo eléctrico hoy, es una alternativa real y viable para recorridos de corta y media distancia, ya que la autonomía es cada vez mayor. Además de ser económicamente más rentable.

Las variables a tener en cuenta, son sin ninguna duda el consumo y el cambio climático. Los motores eléctricos son mucho más eficientes que los motores de combustión y no emiten gases de invernadero, factor clave en la lucha a favor de la sostenibilidad.

La apuesta por invertir en un vehículo urbano eléctrico no es una obligación, es ayudar a impulsar el cambio de mentalidad de todos nosotros, a transformar nuestras actuaciones y participar como ciudadanos activos implicados en la transformación energética y hacer de este mundo un lugar más sostenible.

En Endesa apostamos por la movilidad sostenible como herramienta clave para avanzar hacia un modelo energético sin emisiones y luchar contra el cambio climático. Tres de los puntos claves son:

  1. Aumentar la disponibilidad de puntos de recarga que permita la democratización del acceso a un punto de recarga según las necesidades de cada conductor.
  2. Impulsar la movilidad sostenible dentro de la propia compañía.
  3. Acercar la movilidad sostenible a la población a través de proyectos que normalicen el uso del transporte eléctrico como parte de la transición a un modelo sin emisiones. 

Para ello, explicamos una y otra vez, que somos parte de los cambios que suceden a nuestro alrededor. ¿Te sumas y nos ayudas?

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