Vacaciones de aprender

Empieza el verano, el calor aprieta, las bermudas asoman por el armario y las chanclas nos saludan después de meses de hibernación forzada. Vacaciones en el horizonte, ¿qué podemos hacer?.

El colegio finaliza su temporada y entramos en el apasionante mundo de las actividades estivales. Casales, colonias, campamentos, estadas deportivas… hay un montón de opciones para que nuestros jóvenes estén entretenidos durante los meses que duran sus vacaciones.

Para los padres llega el momento de tomar decisiones importantes. ¿Cuál es la mejor opción para nuestra/o hijo/a?¿Le gustará ir a un campamento de idiomas?¿Preferirá pasar unos días entre músicos?… La dificultad de la decisión crece de forma exponencial con la oferta que se planta delante de los padres.

Hay muchas cosas a tener en cuenta para tomar una buena decisión. ¿Dónde van sus amigos?¿Dónde aprenderá más?¿Será mejor en otro país o será muy duro para él o ella usar otro idioma?… Infinitas preguntas se amontonan en las mentes paternas a la espera de una respuesta que aleje las inseguridades.

Con el artículo de hoy queremos ayudar a esos padres a tomar una decisión sobre este tema que se presenta año tras año. No vamos a ofrecer una fórmula mágica que al sumar las piernas de nuestros hijos con el número de pelos en las piernas y dividirlo por los caramelos que se comió el pasado fin de semana nos dé el nombre de la deseada solución. Vamos a intentar hacernos preguntas que al responderlas nos pueden mostrar algo de luz sobre el tema.

vacaciones de aprender

vacaciones de aprender

Estas preguntas son básicamente 2:

  • ¿le hemos preguntado a nuestro/a hijo/a qué prefiere?
  • ¿estas actividades también deben estar enfocadas en aprender?

Está claro que los padres saben muy bien que es bueno para sus hijos/as y que no, por lo tanto a menudo toman decisiones por ellos siguiendo esa premisa. Es evidente que en ocasiones es lo más fácil y práctico pero en algunas otras sería de gran ayuda preguntarles qué quieren. Un ejemplo es el caso que nos ocupa hoy. Nuestro objetivo es que se lo pasen genial durante el verano, cierto? Pues nada mejor que preguntarle qué es lo que más le apetece, si teatro, si idiomas, si cocina, si matemáticas… No tengamos miedo de preguntarles su opinión.

Otro objetivo que se plantean muchos padres es cómo pueden seguir aprendiendo durante las vacaciones. Muchos padres se plantean las vacaciones como un apéndice más lúdico del curso escolar. Nosotros nos hemos planteado lo siguiente.

Madres y padres, ¿os imagináis vuestras vacaciones que sirvan para seguir aprendiendo cosas de vuestro trabajo?¿Habéis pensado en realizar un viaje para poder aprender más sobre los protocolos de pagos?¿Habéis pensado en visitar alguna empresa de la competencia para poder aprender nuevos procedimientos administrativos? Creo que la mayor parte de madres y padres responderían que en sus vacaciones lo que pretenden  es desconectar lo máximo de sus trabajos y abandonarse al relax y el descanso (que no significa no hacer nada aunque en ocasiones así sea).

Por lo tanto, ¿os habéis planteado que a lo mejor a nuestros hijos/as les gustaría mucho más una opción totalmente lúdica antes que una en la que sigan aprendiendo conceptos académicos? De la misma manera que vosotros necesitáis romper con vuestra rutina, ellos/as también os lo agradecerán.

Puede que nuestros retoños necesiten vacaciones de aprender. Además, en campamentos de verano también se aprenden cosas. Se aprende a compartir, a convivir, a respetar, a tomar decisiones… Este aprendizaje que en el colegio es más difícil de llevar a cabo, los campamentos de verano son el mejor momento para inculcarlos. No hace falta que nuestros hijos/as salgan de la época veraniega como los nuevos Einstein pero sí será muy importante que después de pasar por las actividades de verano hayan aprendido a ser mejores personas.

Hay un tiempo para cada cosa y todo momento es bueno para crecer como persona.

Empieza el verano, el calor aprieta, las bermudas asoman por el armario y las chanclas nos saludan después de meses de hibernación forzada. Vacaciones en el horizonte, ¿qué podemos hacer?.

El colegio finaliza su temporada y entramos en el apasionante mundo de las actividades estivales. Casales, colonias, campamentos, estadas deportivas… hay un montón de opciones para que nuestros jóvenes estén entretenidos durante los meses que duran sus vacaciones.

Para los padres llega el momento de tomar decisiones importantes. ¿Cuál es la mejor opción para nuestra/o hijo/a?¿Le gustará ir a un campamento de idiomas?¿Preferirá pasar unos días entre músicos?… La dificultad de la decisión crece de forma exponencial con la oferta que se planta delante de los padres.

Hay muchas cosas a tener en cuenta para tomar una buena decisión. ¿Dónde van sus amigos?¿Dónde aprenderá más?¿Será mejor en otro país o será muy duro para él o ella usar otro idioma?… Infinitas preguntas se amontonan en las mentes paternas a la espera de una respuesta que aleje las inseguridades.

Con el artículo de hoy queremos ayudar a esos padres a tomar una decisión sobre este tema que se presenta año tras año. No vamos a ofrecer una fórmula mágica que al sumar las piernas de nuestros hijos con el número de pelos en las piernas y dividirlo por los caramelos que se comió el pasado fin de semana nos dé el nombre de la deseada solución. Vamos a intentar hacernos preguntas que al responderlas nos pueden mostrar algo de luz sobre el tema.

vacaciones de aprender

vacaciones de aprender

Estas preguntas son básicamente 2:

  • ¿le hemos preguntado a nuestro/a hijo/a qué prefiere?
  • ¿estas actividades también deben estar enfocadas en aprender?

Está claro que los padres saben muy bien que es bueno para sus hijos/as y que no, por lo tanto a menudo toman decisiones por ellos siguiendo esa premisa. Es evidente que en ocasiones es lo más fácil y práctico pero en algunas otras sería de gran ayuda preguntarles qué quieren. Un ejemplo es el caso que nos ocupa hoy. Nuestro objetivo es que se lo pasen genial durante el verano, cierto? Pues nada mejor que preguntarle qué es lo que más le apetece, si teatro, si idiomas, si cocina, si matemáticas… No tengamos miedo de preguntarles su opinión.

Otro objetivo que se plantean muchos padres es cómo pueden seguir aprendiendo durante las vacaciones. Muchos padres se plantean las vacaciones como un apéndice más lúdico del curso escolar. Nosotros nos hemos planteado lo siguiente.

Madres y padres, ¿os imagináis vuestras vacaciones que sirvan para seguir aprendiendo cosas de vuestro trabajo?¿Habéis pensado en realizar un viaje para poder aprender más sobre los protocolos de pagos?¿Habéis pensado en visitar alguna empresa de la competencia para poder aprender nuevos procedimientos administrativos? Creo que la mayor parte de madres y padres responderían que en sus vacaciones lo que pretenden  es desconectar lo máximo de sus trabajos y abandonarse al relax y el descanso (que no significa no hacer nada aunque en ocasiones así sea).

Por lo tanto, ¿os habéis planteado que a lo mejor a nuestros hijos/as les gustaría mucho más una opción totalmente lúdica antes que una en la que sigan aprendiendo conceptos académicos? De la misma manera que vosotros necesitáis romper con vuestra rutina, ellos/as también os lo agradecerán.

Puede que nuestros retoños necesiten vacaciones de aprender. Además, en campamentos de verano también se aprenden cosas. Se aprende a compartir, a convivir, a respetar, a tomar decisiones… Este aprendizaje que en el colegio es más difícil de llevar a cabo, los campamentos de verano son el mejor momento para inculcarlos. No hace falta que nuestros hijos/as salgan de la época veraniega como los nuevos Einstein pero sí será muy importante que después de pasar por las actividades de verano hayan aprendido a ser mejores personas.

Hay un tiempo para cada cosa y todo momento es bueno para crecer como persona.

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